¡Ganá increíbles premios con Parker!
¡Te presentamos las historias de quienes se animaron a participar de este concurso y ganaron con Parker, Sharpie y Liquid Paper! ¡Felicitaciones y gracias a todas por participar!
Primer premio – Ana M.
Tengo 25 años y soy Secretaria en una Universidad privada.
Un momento para resaltar ocurrió a pocos meses de iniciarme en mi puesto, cuando me encomendaron el diseño de una presentación audiovisual que la máxima autoridad utilizaría en una reunión muy importante. Pensé “Esta es la mía, me tengo que lucir”. Puse mi máximo empeño en que el trabajo quedara “impecable”; Él se mostró muy conforme y lo expuso en su encuentro. Lo felicitaron por la presentación, lo que para mi fue un motivo de orgullo.
Un momento embarazoso: dos profesores acudieron a mi oficina, discutiendo entre sí muy severamente. Llamé a mi compañera para que me informara cuál de los dos era el titular de la asignatura y ella me preguntó, por lo bajo “¿Hay bardo?”, ya que escuchó la pelea a través del teléfono. Me puse tan nerviosa que interpreté que ése era el nombre del docente titular, por lo que los miré y les dije “El titular es el Profesor Aybardo”. Ellos, más nerviosos que yo, no se percataron de lo que había pronunciado y se marcharon con la certeza de que el Prof. Aybardo era el titular.
Mi principal deseo es poder canalizar todos los aprendizajes adquiridos en el tema, para poder desempeñarme de la mejor manera y alcanzar así el éxito profesional.
Segundo Premio – Ana María B.
Hace mas de dos años que soy Secretaria de un funcionario del Gobierno Nacional. A los días de trabajar con él, le resalté que era un desastre cómo se vestía, no sabía ni combinar los colores, un horror total. Hasta el día que falleció el ex Presidente Néstor Kirchner, todos los funcionarios fueron de traje y él de jeans y camisa, casi me da algo…
Al día siguiente le escribí una lista de cómo vestirse según cada evento al que debe asistir, cada día le cuestioné personalmente la combinacion de su atuendo, los SI y los NO.
Hoy estoy feliz de que todos le resalten su cambio en la vestimenta, le dicen que es asombroso. Y, lo mejor, es que lo primero que responde es “Se lo debo a mi Secretaria que me volvió loco con mi manera de vestir”.
Tercer premio – M. Laura M.
Les escribiré una pequeña historia:
Hacía poquitos días había comenzado mi primer trabajo cuando mi jefa despachó un cambión a Shell sin la factura correspondiente. Estábamos en Martín Coronado y Shell en Barracas. Ella estaba embarazada, había que solucionar el problema antes de que el Presidente de la compañía cortara una cabeza. Entonces yo me ofrecí a llevar la factura (resalto que, hace veintidós años, no había remises).
Era un día de invierno, tomé un colectivo, luego el tren, luego otro colectivo. Al llegar a Barracas, cuando estaba bajando del colectivo ¡El conductor arrancó! Caí planchada de cola a la vereda. El golpe fue lo de menos, la vergüenza que sentí fue terrible y, más aún, al ver que se había salido el taco de una de mis botas. ¿Cómo haría para caminar?
Pregunté por una zapatería para corregir el problema, pero nada. El lugar era desolado.
Un buen señor me dio una mano, me dijo “Sacále el taco a la otra bota”… y así fue.
Terminé mi trámite y regresé sin los tacos. Nunca olvidaré la vergüenza que sentí ese día, parecía que todos me miraban.
¡Pero mi trabajo sirvió y di una buna impresión en la empresa, pues seguí allí durante 8 años!
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