Ideas para organizar tu tiempo
Dicen los que saben que el tiempo es lo único que en verdad nos pertenece. ¿Entonces por qué a veces sentimos que el reloj se convierte en nuestro dueño y corremos todo el día como el burro detrás de la zanahoria?
Llegamos extenuados al final de la jornada sintiendo que nos han quedado infinidad de cosas por hacer. ¿No sientes un gusto amargo y cierta sensación de frustración cuando esto pasa?
Claro que puede haber semanas de alto estrés, en las que las obligaciones impuestas o autoimpuestas te dejen al límite de tu resistencia física y emocional. ¿Pero te imaginas vivir toda una vida con estas demandas? Además de los riesgos físicos (hipertensión, riesgo cardíaco, entre algunas clásicas consecuencias) y psicológicos (depresión, ansiedad, TOC) se encuentran los emocionales (irritabilidad, sentimiento de frustración permanente, suceptibilidad) y sociales (aislamiento, relaciones superficiales, ausencia de compromiso).
Si te estás convirtiendo en uno de esos personajes que no puede separarse de su agenda, su reloj y su smartphone… este es un buen artículo en el que “perder tiempo”, para ganar una vida.
Las partes no alcanzan
En un antiguo texto budista se plantea un acertijo:
“Exactamente dónde se encuentra lo que llamamos un ‘carro’? ¿Son las ruedas, los ejes, el marco? ¿O será que se encuentra en las lanzas que lo unen al caballo?”
La respuesta a esta pregunta es… ¡en ninguna! Lo que en verdad queremos decir con la palabra “carro” se refiere al ordenamiento temporal de las partes que lo constituyen. “El carro” no está en ninguna de sus partes y a la vez está en todas ellas.
Esas clásicas paradojas orientales, además de hacernos rascar la cabeza nos dejan pensando en lo que realmente importa.
TO-Do list (lista de tareas)
Organizar las prioridades es una de las tareas más importantes que nos toca como seres humanos responsables y adultos. Hacernos cargo de nuestras elecciones y tomar conciencia de ellas es otra de las tareas que nos llevan a tener una vida saludable, libre de enfermedades mentales y emocionales.
Tomate un tiempo para esto, medita y pon en orden tus prioridades.
Los 4 tiempos
• Tiempo de trabajar (obligaciones)
• Tiempo de estudiar (aprender)
• Tiempo de descansar (relajarse)
• Tiempo de divertirse (gratificarse)
Cada uno de tus días debe tener un espacio para cada uno de estos tiempos.
Antes de iniciar tu jornada y antes de finalizarla deberías hacerte unos minutos para meditar acerca de tu día: fijar metas personales y evaluarlas. Estas metas deben ser cosas que dependan exclusivamente de tí y que estén relacionadas con la primera prioridad de tu lista.
Así en tu agenda estarán las tareas rutinarias, las obligaciones temporarias, las llamadas a relajarse y divertirse, tu tiempo para estudiar o aprender (puede ser algún curso, un buen libro, una charla con algún experto en algún tema de tu interés, un documental, una charla con tu mamá, tu papá o tu tía)
La técnica del aquí y del ahora
En estos tiempos se ha popularizado el término Mindfulness, una vieja técnica oriental que implica vivir el momento presente a plenitud. Sea lo que sea que estés haciendo, hazlo con completa conciencia… ya sea una presentación para un grupo de grandes intelectuales o pelar una papa, la tarea en sí no es lo importante… lo importante es tu mente siendo consciente de ese momento.
Es una sensación muy placentera y gratificante, no estar en mil lugares a la vez (la mente tiene ese mal hábito), sólo en ese. Una grandiosa forma de relajarte aún con la tarea más compleja; porque -como reza todo el que domina el arte del “time management”- la mayor productividad la obtienes cuando logras centrarte en una cosa a la vez.
Sintetizando:
• Elegir una escala de valores y elegir cómo invertir tu tiempo en forma coherente con ella.
• Tener presente los 4 tiempos e intentar dedicar un espacio de tu día a cada uno.
• Aprender a disfrutar de los momentos, la espontaneidad te hace sentir más humano.
• Plena conciencia en el aquí y en el ahora
• Fijarte una meta diaria que dependan sólo de tí (este será tu salvavidas si todo lo demás va mal).
Escrito por: Cintia Vanesa Días
Fuente: www.plenitud.com.ar
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