Los tipos de problemas que decidimos tener son un dato clave acerca de nuestra “salud creativa”. Lo mismo sucede en las empresas, cuando únicamente “sobresalen” problemas, como por ejemplo: la temperatura en las oficinas, la comida en el comedor, la falta de “computadoras”, etc. Es decir, cuando sólo sobresalen problemas menores, de poca “jerarquía”, quiere decir que el potencial creativo está desperdiciándose.
La atención que usted puede dedicarle a sus objetivos es un recurso escaso. Es importante saber “administrarla”.