La cosmética y las emociones
La piel es un órgano sensible a cualquier cambio de ánimo. La fatiga y la falta de sueño –recuerda que por la noche se acelera la regeneración celular– hacen que la piel adquiera un tono opaco y aparezcan bolsas y ojeras. Los productos cosméticos han colmado expectativas físicas y las consumidoras buscan nuevas prestaciones para sentirse más satisfechas con los productos que consumen. A la vez que se embellecen, aspiran a mejorar su calidad de vida.
Existen una serie de instancias donde se pueden aplicar soluciones para atravesar mejor las emociones.
Enamorada – Brillarás con luz propia
No es una ilusión óptica: cuando Cupido llama a tu puerta estás más bella. El organismo segrega mayor cantidad de endorfinas que nos aportan bienestar y calman el estrés. En la piel se refleja con un “aumento de la hidratación y energía”. Se activan todas las defensas contra los agentes oxidantes. Sin embargo, no se puede bajar la guardia. Es un momento propicio para hidratar en profundidad la piel y aportarle una energía extra como prevención, por si llegan tiempos menos favorables.
Estresada – Haz que tu piel descanse
El estrés es un gran enemigo de la piel. La envejece prematuramente, hace que se vuelva más sensible a la aparición de erupciones y provoca la pérdida de luminosidad. Las células tardan más de 28 días en renovarse, se vuelven viejas y no son capaces de reflejar la luz. No hay mejor forma de combatirlo que tomarse las cosas con calma, pero como no siempre es posible, la cosmética ofrece posibilidades para camuflarlo de día –con partículas iluminadoras– y compensarlo de noche, cuando los activos multiplican su eficacia. Hay que utilizar productos con efecto regenerador, que activen la renovación celular.
Ruptura – Sin huellas
Los ojos nos delatan. La decepción, la tristeza y el insomnio que asociamos a un desengaño sentimental se manifiestan de inmediado en forma de bolsas y ojeras. Además, se ralentiza la regeneración celular, lo que hace que la piel pierda elasticidad y energía.
¿Solución? La tenemos: llenar el neceser diario con tratamientos S.O.S como contornos de ojos regenerantes para la noche y descongestivos por la mañana –mejor si los eliges en barra o haces un pequeño masaje drenante–, y mascarillas relax. En cabina, compensa el disgusto con duchas faciales de oxígeno para neutralizar los agentes oxidativos internos.
Mamá – Busca tiempo para ti
Suele corresponderse con un momento pletórico en la vida de una mujer.
A la alegría por el nacimiento de un hijo se suma una mayor actividad hormonal y una alimentación sana y rica en vitaminas y minerales que compensan los efectos de la falta de sueño. En este periodo, la piel luce radiante e hidratada. ¿Cuál es el riesgo? Confiarse y arrinconar la rutina de cuidados diarios. Al aumentar las obligaciones tendemos a olvidarnos de alguno de los pasos que hay que dar. Hay que limpiar el rostro, tonificarlo e hidratarlo dos veces al día. Además, es una época para disfrutar de cosméticos con aromas que nos proporcionen placer, y para aumentar las defensas de la piel con mascarillas y tratamientos intensivos.
Por Karina Parada, Directora Deva’s, (www.devas.com).
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