Fundación Huésped participó de la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el sida.
Tras intensas discusiones, todos los países miembros de las Naciones Unidas junto a organismos multinacionales y ONGs acordaron una Declaración sobre nuevos compromisos y objetivos para la lucha contra el sida.
Hoy, el compromiso para el 2015 por parte de los gobiernos es lograr que haya 15 millones de personas viviendo con VIH en tratamiento (para reducir las muertes relacionadas al sida) y que se generen los recursos económicos necesarios para lograrlo en los países de bajos recursos.
La Declaración reconoce que el estigma y la discriminación son grandes obstáculos para alcanzar el acceso al tratamiento, la prevención y el cuidado, entendiendo al uso del preservativo y al testeo como herramientas fundamentales para luchar contra la enfermedad. Por primera vez en este tipo de encuentros de alto nivel se menciona a las poblaciones más vulnerables a la epidemia: trabajadoras/es sexuales, hombres que tienen sexo con hombres, usuarios de drogas, jóvenes, mujeres y niñas, aunque se sigue teniendo una deuda histórica al no incluir a una de las poblaciones más afectadas por la epidemia como las personas trans.
Lamentablemente, la declaración NO hace mención a la homofobia, la transfobia y la discriminación contra las trabajadoras sexuales, todos estos factores que aumentan los riesgos del VIH. En otra sorprendente mención motivada por el compromiso de terminar con la transmisión vertical para el año 2015, se considera a la mujer tan solo como productora de hijos que deben estar sanos, ignorando los derechos sexuales y reproductivos tanto de las mujeres como de las niñas.
Desde nuestro compromiso debemos trabajar por todo aquello que no está incluido en el documento, pero que sabemos necesario para avanzar en la respuesta al VIH. Paralelamente seguir luchando para que América Latina sea una región más justa, donde los derechos de todos sean respetados y en la cual el prejuicio y la discriminación dejen de ser los principales obstáculos para la respuesta a la epidemia.