No reserve su sonrisa solo para el jefe. Sus compañeros de trabajo también se lo merecen. Actúe siempre con naturalidad en sus relaciones de trabajo. La afectación vuelve ridícula a la gente. No violente sus gestos, ni los deje dominar por el nerviosismo, ni trate de ocultar su debilidad bajo la altanería. En una discusión no insista en que tiene la razón. Aprenda a escuchar y a evaluar otros puntos de vista. Sea muy metódico, pues el desorden hace perder mucho tiempo. Tenga consideración para con los demás a la hora de hacer algo que vaya a afectar al medio ambiente común, como lo es fumar, graduar la temperatura del aire acondicionado, abrir las ventanas, etc. Todas estas cosas afectan a los demás, lo cual hace que se debe pedir permiso a todos antes de hacerlo.